lunes, 28 de abril de 2014

Tecnología: pasado, presente, ¿futuro?.

"Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre." (Carl Sagan)

Recuerdo cuando era pequeña. En mi infancia era feliz jugando con mis muñecas y mis barbies, pasaba horas y horas disfrutando de los juguetes. En el colegio quedábamos para ir por la tarde a jugar, porque el móvil solo lo tenían los “niños mayores”. Jugábamos a la comba, a la rayuela, al escondite… disfrutábamos del medio ambiente. Ahora todo es diferente. ¿Qué niño no tiene un móvil desde pequeño? Posteriormente llegó la moda de los “sms” y “toques” para comunicarnos, comenzó a cobrar auge la tecnología. Ahora el actor principal es el “WhatsApp”, una aplicación tecnológica que a la vez que nos favorece en algunos aspectos, nos perjudica en gran medida.


Tecnología… ¿progreso o retroceso educativo? Todo es bueno utilizándose en su justa medida, puesto que no es bueno abusar de nada. Y esto es algo que estamos haciendo con las nuevas tecnologías, usarlas de forma excesiva e incorrecta.


Y bien es cierto el dicho que dice “quien mucho abarca, poco aprieta” y eso es lo que nos sucede con las tecnologías. ¿Quién no ha estado hablando con una persona por el WhatsApp a la vez que lo hacía con otra persona cara a cara? Y es que queremos acercarnos tanto a las personas que están lejos que lo que realmente conseguimos es alejar de nosotros a las personas de las que podemos disfrutar de su compañía.


Una viñeta que parece demasiado exagerada pero que realmente no se aleja tanto de la realidad. En un futuro, esta cómica imagen dejará de ser una crítica a la tecnología pasando a ser una realidad.


Pero, como bien indica ésta imagen, nunca es tarde para desconectarse de la tecnología, dejar sobre la mesa el “libro electrónico” y volver a sentir el placer de palpar las hojas del libro tradicional.

"¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad? La respuesta es esta, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino." (Albert Einstein)

sábado, 29 de marzo de 2014

Hoy por ti, mañana por mí.

Esta nueva entrada la dedico al voluntariado, especialmente a los enfermos con los que trato. Porque cuando pensé en llevar a cabo un voluntariado, lo primero que se me vino a la cabeza como a la mayoría de la gente era que quería trabajar con niños, llenos de ilusión y ganas de vivir. Cuando fui al hospital, me encontré con una enorme lista de espera para entrar de voluntaria con los niños, así que decidí amoldarme al voluntariado que más ayuda necesitaba, neurología. Los niños, al fin y al cabo, tienen a alguien que los cuida. Siempre tienen el apoyo y cariño de su familia. Me advirtieron de que iba a ser duro, pero ¿Por qué no intentarlo? Se trataba de marcarme un nuevo reto.  El primer día fui con miedos e inseguridades, ¿sabría trabajar lo que ellos necesitaban?
 Doy gracias a las personas que me hicieron darme cuenta de que mi elección de carrera había sido la acertada, a los enfermos neuronales que me han permitido comenzar un voluntariado. Ellos, personas que de un día para otro por culpa de ictus,alzheimer, infartos… su vida les ha cambiado. Que pasan de ser adultos a pensar como niños de la noche a la mañana. A quienes voy a ayudar, enseñar y regalarle mi compañía todas las semanas y quienes responden muy agradecidos. Porque pensaba que en el voluntariado yo era la “maestra” y resulta que ellos son los que más enseñan. Personas que tienen muchas ganas de volver a ser como antes, de recuperar el habla, el movimiento en toda y cada una de sus extremidades…de volver a empezar de cero. Porque gracias a ellos salgo con una sonrisa de oreja a oreja del hospital, con ganas de volverlos a ver y trabajar con ellos.
Lo más gratificante de todo es ver como mejoran día a día. Ver cómo los familiares ofrecen su apoyo y ayuda a pesar del cansancio que experimentan.
¿Voluntariado? Suena a sacrificio y pérdida de tiempo. Pero cuando comienzas, es algo que engancha. Mi recomendación es que todo el mundo debería estar en un voluntariado en algún momento de su vida, algo que no conlleva necesariamente demasiado tiempo y una experiencia muy bonita, satisfactoria y recomendable para crecer como persona.



lunes, 3 de marzo de 2014

La cruda realidad.

“Ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino de la felicidad”-. José Martí.
Y el deber del Cuerpo Nacional de Policía es justo éste, servir al ciudadano. Siento impotencia al ver protestas pacíficas que se convierten en auténticas batallas campales, siendo propiciadas por policías que abusan de su autoridad y se ponen a repartir golpes a diestro y siniestro, sin importarles si formas parte de la manifestación o simplemente encuentras paseando el día equivocado en el lugar equívoco. Pero lo que más me repugna es ver cómo la gente se cree en el derecho de decidir sobre la vida de otras personas. Pongámonos en situación: un grupo de inmigrantes intentan entrar en Ceuta, están a pocos metros de conseguirlo cuando son recibidos por la policía con pelotas de goma y gases lacrimógenos, que además de desestabilizar su cayuco hacen que pierdan sus flotadores y mueran asfixiados y ahogados. Señoras y señores, esta es la cruda realidad. Realidad en la que España se encuentra inmersa. En más de una ocasión deberíamos echar un vistazo al pasado y darnos cuenta de que muchos de nuestros antepasados también tuvieron que emigrar en busca de un futuro mejor y el recibimiento que tuvieron fue muy distinto, gracias a ese recibimiento nosotros podemos contarlo. Presumimos de España como un país moderno pero nuestros prejuicios nos delatan. La mayoría de españoles piensan que los inmigrantes deberían estar en su país porque nos quitan puestos de trabajo, cuando la mayoría de los españoles están emigrando a otros países porque están en la misma situación que ellos debido a la época de recesión en la que nos encontramos, quitándoles también sus puestos de trabajo. Es algo recíproco. Quizás la clave está en sentir un poco de empatía, ponernos en la piel de esas personas que dejan atrás a sus familias y se despojan de todo lo que poseen a cambio de una plaza en un cayuco de mala muerte, y arriesgan sus vidas aun sabiendo que las probabilidades de éxito son mínimas.



martes, 25 de febrero de 2014

El arte de enseñar.

Nueva entrada, acompañada de algo muy escuchado en estas fechas, carnavales. Esta vez haciendo alusión a la educación, y especialmente a los docentes como los principales pilares que nos sustentan, gracias a los cuales hemos aprendido gran parte de lo que sabemos. Porque a pesar de las críticas que reciben y a la infravaloración a la que está sometida su carrera calificada de “facilita”, ellos han sido los que nos han enseñado a sumar, restar, leer, escribir… cosas básicas sin las cuales no estaríamos capacitados para formarnos a nivel personal y profesional, y para trabajar de lo que verdaderamente nos gusta. Además de educarnos en valores junto con la ayuda de nuestros familiares. Los que han visto el cambio que hemos ido experimentando.




Por todo ello quería agradecerle a todos y cada uno de los docentes el esfuerzo que hacen por transmitirnos sus conocimientos de la forma más sencilla y dinámica posible, dedicándonos así su tiempo y esforzándose por convertirnos en gente de provecho. Y os animo a sentiros orgullosos de vuestra carrera y vuestra labor profesional. Especialmente dedico éstas palabras a todos y cada uno de mis profesores, quienes me han dado los conocimientos y el apoyo necesario para llegar hasta aquí y para ser quien soy. Porque me siento orgullosa de ellos y de haber estudiado en un colegio público. Para finalizar os dejo un vídeo con el que os sentiréis muy identificados y elogiados.



lunes, 17 de febrero de 2014

El mundo, mi mundo.

Comenzamos con una nueva asignatura,"Tecnologías de la información y la comunicación de la educación social", y lo que ello conlleva, un blog, mi primer blog. Y esta primera entrada he decidido dedicarla, además de a mi presentación y al por qué de mi elección de carrera, a la razón por la que he elegido el nombre de mi blog. Comenzaré con mi presentación. Nunca he tenido claro qué estudiar, y hasta el último año de instituto no tomé esta decisión. Lo único que sabía era que quería estar en contacto con la gente, intentando ayudar. La típica recomendación de la gente era “haz medicina”, pero había un gran impedimento, odio las ciencias. Entonces comencé a investigar algo similar sin necesidad de ver números en la carrera, y la que me resultó más llamativa fue educación social.  Al entrar en la carrera no sabía si mi elección había sido la acertada, hasta que comencé a hacer voluntariados, entonces supe que esta era mi vocación.
 Cuando me preguntan qué estudio, y yo contesto que el doble grado de trabajo y educación social la mayoría de la gente pregunta: ¿y eso qué es? O simplemente hay otras que dicen un: “qué bonito” con cara de no tener ni idea de lo que hablo. Es sorprendente la carencia de información que hay sobre éste doble grado y sobre nuestra labor como profesionales.  Entonces es cuando tengo que explicar que mi función es ayudar a las personas que verdaderamente lo necesitan para que puedan conseguir unos objetivos básicos. Ahora es cuando viene la segunda pregunta de la gente: “¿y por qué te gusta esa carrera? Bastante tenemos con solventar nuestros problemas como para tener que solucionar los del resto de la gente”. Mi respuesta es simple: “se trata de ponerse en el lugar del otro, ¿a quién no le gusta que le ayuden? Me gusta hacer feliz a la gente intentando facilitarles los recursos mínimos de los que carecen para serlo.”
Al blog decidí llamarlo “Mundos Paralelos” porque mi principal objetivo en este, es dar una descripción de la realidad social mirando el mundo desde enfoques diferentes, pero fomentando la igualdad.
Para finalizar con esta entrada dejo una de mis canciones favoritas, la cual habla de un mundo utópico al que a todos nos gustaría pertenecer.